domingo, 30 de marzo de 2014

YO, ALUMNA PARA SIEMPRE (MI HISTORIA DE VIDA)

YO,  ALUMNA PARA SIEMPRE.
“No entregues tu nota inmadura
a la seguridad implacable
del silencio.
¡Vamos!
¡Despierta a tu guitarra!”
(Poema XX- Memorial de Insomios)

Bueno, este trabajo es solamente a los efectos de mostrarles como redactaría yo, si fuese la estudiante, mi HISTORIA DE VIDA. Y, por supuesto, es un resumen muy apretado de lo que efectivamente ha sido mi vida. Hay detalles que no están porque no es una HISTORIA DE VIDA como técnica de investigación, sino más bien una expresión de sentimientos y recuerdos seleccionados para recrear mi historia a mi manera. Cuando les enseñe la técnica de investigación el tipo de texto, el léxico y el orden cambian.
Espero que les sirva y les inspire.
La niñez
Transcurre, como les he dicho algunas veces, en pueblo Baltasar Brum, donde he pasado la mayor parte de mi vida.

Padres separados, con sucesos que elijo no contar, como ustedes elegirán no contar algunas cosas, mi madre y yo vivíamos en la casa de quienes yo llamé siempre “abuelos”, pero que en realidad eran: una tía-abuela de mi madre y su esposo (“abuela Eva” y “abuelo Mario”).
Quiero quebrar una lanza por mi papá: él no me abandonó, la historia es otra, pero es lo único que pretendo decir.
La abuela real, es decir, la mamá de mi mamá, trabajaba como cocinera de estancia y por lo tanto no estuvo con nosotros hasta que se jubiló, salvo las visitas mensuales en que traía carne y golosinas y estaba buenos momentos conmigo… ¡muy buenos momentos! ¡Era una abuela genial! De ella heredé el placer por maquillarme y por contar historias, y las ganas de reir. Ella me enseñó la alegría, porque la alegría, estoy segura, se aprende.
Y el resto de mis horas en la casa de los abuelos fue llena de magia. Contar todo sería escribir un libro, pero para transmitir algo les transcribo este poema mío, que integra un librillo no publicado que se llama “Memorial de Insomnios” (en realidad tuvo una publicación “under”, como diría mi hijo Simón).
El poema es el número 26, página 35, y se llama “Tortas fritas”. Ahí va:


Su redondez
                                                                             generosa
                          y  tibia
juega a trazar
bosquejos de lunas llenas,
de carpetitas blancas
                             y  limpias
al pie de un largo vaso
con flores frescas;
y  de oes cien veces repetidas
                                en cuadernos
                                        de hojas amarillas.
y su olor,
¡ah!, su olor
trae a la mesa el dulce
café con leche
el mantel,
la bordada servilleta,
y allí donde hasta el aire
                                 se detiene,
para hacerle lugar,
ya no está la Princesa.
Hacía tiempo que no lo leía, ahora ya saben que escribo (poesía y cuento). Lo hice desde la niñez, precisamente, inspirada por las historias que me contaban las abuelas, por la lectura de libros como “Chico Carlo”, de Juana de Ibarbourou y el inolvidable y maravilloso “Travesuras de Naricita”, del brasilero Monteiro Lobato. ¡Qué nostalgia! También escribía porque cierto dolor me acompañaba, desde temprano, por la ausencia de mi padre, y escribir es un arte pero también una terapia, sin ninguna duda. Tiene todo de bueno para el alma.
La criada negra
Me avergüenza decirlo, pero había en casa una criada negra. La nombro así, diciendo el color de su piel, porque eso fue determinante para lo que soy actualmente.
Había sido dada por sus padres para abuela Eva, y llevaba –lamento decirlo- vida de esclava: trabajaba todo el día, me cuidaba, me limpiaba, lavaba ropa, hacía mandados, atendió a los abuelos hasta que se murieron (y murieron con muchos años) y NUNCA cobró salario.
Yo solo supe que eso era trabajo esclavo cuando fui mayor, y sentí mucha culpa, aunque las decisiones no las tomaba yo, que era solo una niña. Creo que no existe culpa peor que la del TESTIGO, el que ve y calla, calla porque quiere o porque es IMPOTENTE, como fue mi caso con respecto a esta señora y a otras experiencias infantiles. Son culpas que aún no me he podido quitar de encima.
En cuanto al racismo que subyace en ese abuso con respecto a ella, no cabe dudas. Por eso soy defensora de la causa de los discriminados por motivos de raza o etnia, y actualmente soy miembro de la asociación civil INSTITUTO RAÍCES AFRO.

Pero eso no me quita el sentimiento de culpa. Lo lamento.
Amigos de infancia
Mi madre no me dejaba salir casi nada a jugar con otros. Entre mi casa y la de la vecina había –y sigue en pie- tan solo un alambrado, a lo largo del sitio, que es muy grande.
Los vecinos, Irma y Julio, tuvieron cuatro hijos, todos menores que yo: Gisel, Mary, Fabián y Daniel.
Bien… ¡Quién dijo que no podíamos jugar! Pasábamos el día jugando como si alambrado no existiera. Eso es algo que no olvidaré jamás, porque supe desde muy pequeña que soy destinada a ser LIBRE y que la imaginación fue mi libertad.
¡Al diablo con la cárcel! ¡Qué felices éramos jugando! Hace unos pocos años Fabián falleció enfermo, cuando ya vivíamos en Artigas, y mis hijos (Mateo y Simón) y yo, lo lloramos muchísimo. Y yo suelo llorarlo cuando puedo llorar. QEPD.



Adolescencia, juventud, hambre de libertad en otros sentidos.
En mi casa no se hablaba de política, no se participaba. En las elecciones de los gobernantes llegaba el patrón del abuelo, que era peón de campo, y traía los sobres con las listas para todos y todas.
Había sido así antes de la dictadura militar y siguió siendo así después de ésta. Porque, olvidé  decirlo, fui a la escuela y a parte de secundaria durante este régimen, al que, para postre, no le gustan los escritores ni artistas en general.
Y mi pueblo era una comunidad muy obediente y sometida por el puro placer de lamer botas –perdón-. Entonces, cuando en mi adolescencia corrió la voz de que escribía poemas (además de cartas de amor para todos los novios y novias que iban al liceo de Gomensoro, al  cual fui), a mi madre le dijeron unas “macanudas” y devotas señoras que yo estaba enferma de la cabeza y mi madre, que tenía esas mismas ideas, me pasó terrible “café”.
Pero yo escribí igual, escribí más, escribí siempre.
A veces abuela Eva escondía mis cuadernos llenos de versos y esas cosas, junto con las cartas, también clandestinas, de mi padre.
Y lo de que me trajeran la lista a votar no me parecía buena idea. NO FUE BUENA IDEA, NO ES BUENA IDEA.
Y en esa dirección fui encaminando mi pensamiento: libertad de pensar, de escribir, de leer, de votar, de amar.
Mi madre “la veía venir”, como quien dice, que había tenido una niña que iba a dar trabajo. Y di trabajo, pero pasé también.
Cuando terminé el liceo, que lo terminé en Artigas porque en Tomás Gomensoro no había bachillerato, me fui a Salto a estudiar Derecho. Pero ocupé mucho tiempo en solucionar el tema de mis ideas políticas, porque quería tener ideas propias, en lugar de hacer lo que me mandaran.
Me integré en grupos de escritores, de activistas por los Derechos Humanos, fui gremialista en la facultad, y fui víctima de abuso, lo cual consolidó mi rebeldía ideológica hasta el día de hoy.
¿Qué abuso?
No sé como llamarlo, pero sé que es abuso: los patrones del abuelo me llevaron a vivir en su casa, en Salto, para que estudiara, tuviera un techo y todo lo demás, no pagara nada y no fuese empleada. FUI EMPLEADA SIN SALARIO. FUI PERSEGUIDA POR PENSAR LIBREMENTE.  FUI CRITICADA POR TENER ASPIRACIONES SIENDO DE UN PUEBLO DONDE “SE NECESITABAN NIÑERAS”. No fui defendida y protegida. Me enfermé de la epilepsia que padezco hasta hoy. LPM. Volví a mi pueblo habiendo aprobado solamente un año y medio de la carrera de Derecho. Pero fui LIBRE, LIBERADA POR MÍ, PAGANDO CON MI SALUD Y SACRIFICIO.
En mi pueblo fui generadora de ideas nuevas, militante política, empleada de comercio, profesora por un rato, y madre soltera.
Conocí lo que es ganarse el pan de cada día con trabajo, y créanme que ¡está muy bueno! Mi hijo Simón nació sano y hermoso, pero mi madre se moría de cáncer de mama, dejándonos sin ella a mí y a mi hermano que sólo tenía doce años.
Abuela Eva vivía aún con su muchacha y me fui con mi bebé a vivir con ellas.
Muchos años pasaron desde entonces, conocí experiencias buenas, malas y de las peores también.
Escribí muuuucho… tuve un grupo de teatro infantil que la historia oficial no recuerda porque era una voz disonante que se hizo oir entre los callados. No importa. No hago nada para merecer halagos.
Estuve económicamente bien, más o menos y mal.
Formé pareja y después nació Mateo, otra experiencia “de aquéllas”: estuvimos al borde de la muerte por eclampsia, nació prematuro en Artigas después de pasar por Bella Unión y que me enviaran a una cesárea de urgencia.
Y podría pasar muchas páginas hablando de la historia clínica de Mateo, que hoy está grande y lindo.
 Pero, al final de tantas internaciones en hospitales no teníamos dinero ni trabajo. No voy a hablar de los amigos que perdí en el camino porque no merecen estar en mi historia. No contaba con ellos.
Una decisión acertada y a tiempo.
Simón tenía que viajar por el Baby Fútbol, y había que conseguirle todo lo necesario: equipo deportivo, etc., etc. Todo pude comprar, a crédito, vendiendo alguna cosa, pero todo se solucionó y viajó y yo me acosté esa noche con una sensación inmensa de satisfacción. Y me dormí con la luz encendida. Y en medio de la noche desperté después de soñar que mi madre estaba en la cabecera de mi cama hablándome… y quise tocarla y escucharla con atención, porque necesitaba su opinión lapidaria, casi siempre dolorosa, pero muchas veces útil.
Entonces me senté y hasta hoy juraría que ella estuvo allí y se esfumó. La impronta de su presencia estaba allí. Pero no es eso lo que importa, no soy muy espiritual. Importa lo que soñé que me dijo: “No te pospongas. Hacé por tus hijos, pero también hacé lo que soñás hacer para vos.” Ese día resolví y empecé a tramitar mi vuelta al estudio: voy a hacer profesorado. Me voy a recibir con cuarenta y un años, pero no importa.
Era el 2007 y arrancamos mientras todos decían otra vez que estaba loca.
Yo les escribí este poema que se llama “Alerta”:
No se fíen de mí
no soy de confianza.
Mi ausencia es un instante
efímero de paz.
Vuelvo enseguida.
Susurrando al oído
de las almas inquietas
seré el viento que habla
de la boca que sangra.
No crean en el fuego
y en la torpe ceniza
que han hecho de mi cuerpo.
Vivirán mis palabras.
Desde la periferia
llegarán en bandadas
Acabarán con la quietud
de la cena eterna
establecida.
Levantarán a las vírgenes
corrompiendo sus faldas
y mi vieja porfía
descubrirá sus alas.
No estarán mucho tiempo
ustedes sin mí.
En cada primavera
volverá la poesía.


Ciudadana del mundo.
Estamos en Artigas desde entonces.
No me interesa volver, pero no puedo saber lo que pasará mañana.
Creo que agité suficientes cabecitas y que de todas ellas alguna será libre de imposiciones más suspicaces que las de una dictadura. También creo que la poesía y el arte en general sobreviven a cualquier cadena de cualquier índole.
Nuestra vida ha mejorado con creces. Soy agradecida a esta comunidad y defensora de este universo paralelo (¿o perpendicular?) que es la periferia.
Mi hijo Simón tiene un grupo que produce cine con actores y actrices que son desde amas de casa, hasta chicos de barrio que aún no encuentran su lugar en el mundo, chicos y chicas que la sociedad estereotipa en forma negativa y suele no considerarlos productivos.
Piensa de ellos y ellas sin antes analizar sus historias.
Bien, muchos de esos chicos han tenido y tienen participaciones excelentes en los cortometrajes de “Undercine” (palabra rara…), UNDERCINE EN FACEBOOK , mientras para tanta gente son una amenaza, incapaces de nada bueno.


Quiero cortar por acá y decirles que con esos mismos chicos mi hijo ha producido su primer largometraje, cuyo póster he compartido con ustedes en el grupo y a cuya presentación están todos invitados, el 27 de abril en el Auditorio Municipal.


                     Esta historia continuará… ahora: cuéntenme la suya!
                                La profe de ECSA.




sábado, 15 de marzo de 2014

ARTE JUVENIL

UN GRUPO INTERESANTE PARA COMPARTIR EN FACEBOOK


PARA COMENZAR A HABLAR DE HISTORIAS DE VIDA...

   
EL DIARIO DE ANA FRANK

LA HISTORIA DE VIDA... DESDE OTRO BLOGUERO.

Desigualdad e historias de vidas: historias educativas silenciadas

Por medio de las historias de vida, traducción literal del inglés life history, las ciencias sociales, gracias al relato de vida de una persona, obtenido por medio de la entrevista narrativa en la que el sujeto cuenta toda o parte de su experiencia vivida, nos han acercado la experiencia de muchos hombres y mujeres que narran el modo en que vivencian el discurrir de su trayectoria vital.
Casas del Castillejo - Murcia (Spain). Foto: SantiMB
Casas del Castillejo – Murcia (Spain). Foto: SantiMB
Bertaux (2005) señala que los relatos de vida, que están en la base de las historias de vida, son una aproximación a los mundos sociales que se construyen en torno a una actividad específica (panaderos, taxistas,  médicos, artístas, profesores, trabajadores sociales, etc) parailuminar las lógicas del conjunto social de los microcosmos que lo componen.  Los relatos de vida también reflejan distintas categorías de situación, a partir de las situaciones particulares que rodean la vida de una persona (madres que educan a sus hijos solas, jóvenes poco cualificados en busca de trabajo, parados de larga duración, discapacitados, inmigrantes, personas sin hogar, etc) y que originna presiones y lógicas de acción concretas. Por último los relatos de vida ponen de manifiesto la diversidad de trayectorias en la vida (cómo se llega a ser padre, enfermero, profesor) y trayectorias sociales (trayectorias de éxito social, trayectorias de fracaso social) en las que confluyen infinidad de factores que interaccionan de distinto modo en cada persona.
A partir de esta diversidad de relatos de vida, la historia de vida permite al investigadorpenetrar  y comprender  el interior del mundo de las personas a las que se acerca. El verdadero sentido de las mismas es “escuchar cómo un individuo organiza su experiencia en los valores y modos de ser de una cultura de la que forma parte” (Bolivar, Domingo y Fernández, 2001: 36).

Desigualdad  educativa e historias de vida

Partiendo de la convicción de que la desigualdad educativa constituye un fenómeno construido en unas coordenadas de tiempo y espacio concretas, susceptible de ser narradopor las personas  que lo experimentan en el curso de su existencia, las historias de vida son un vehículo privilegiado para conocer los diferentes hitos en la construcción de dicha trayectoria por boca de los propios protagonistas.
Barton y Oliver (1997) nos recuerdan que las historias de vida, como metodología aplicada al estudio de la desigualdad y la exclusión, plantea la necesidad no sólo de analizar el proceso de construcción de las mismas (mecanismos, formas sociales, dinámicas, factores contextuales) sino también la dimensión personal y subjetiva (la vivencia misma de la desigualdad, la interpretación, opiniones y perspectivas que desde su propia situación tienen las personas en situación de riesgo de exclusión).
Acostumbrados a realizar un acercamiento a la problemática de de la desigualdad educativa prioritariamente a partir de las cifras del fracaso escolar, como un producto y unacertificación de la desigualdad, las historias de vida hacen que vayamos más allá, que intentemos comprender la realidad personal que se esconden tras las cifras. Así lo desarrollaba en una publicación hace poco tiempo:
 ”Detrás de cada cifra hay una persona que en medio de unas circunstancias, espacio-temporales experimenta una quiebra que determinará su ser y su obrar en el futuro. El fracaso es una experiencia, un camino que se recorre rodeado de unas circunstancias determinadas. Según se avanza en él se proyecta y adquiere una visibilidad en el entramado social, institucional y personal que rodea la vida de quien lo experimenta. Por este motivo las cifras cobran valor cuando se hace una lectura contextualizada de las mismas, teniendo como clave de interpretación las condiciones que han rodeado la historia de que son reflejos. Un dato académico tomado en abstracto tan solo nos indica la existencia de una realidad, es meramente descriptivo, sin embargo, un dato leído a partir de las condiciones personales, académicas, las medidas del centro, los programas seguidos para tal situación, cobra una nueva luz y significado y contribuye en la profundización de las raíces que generan ese fracaso . Las cifras reclaman la comprensión desde una epistemología y una ética que sea el umbral de la mejora” (Martos y Domingo, 2011: 339-340)
Y añadía:
“En el acercamiento a la desigualdad educativa no podemos olvidar los rostros, las historias, los procesos por los que discurren las trayectorias de éxito o fracaso escolar. Quizás nos centramos en análisis fríos de datos estadísticos y nos falta comprensión de las dinámicas, de las trayectorias e incluso de las buenas prácticas para extraer los indicadores necesarios para la mejora educativa. En constituye en ejercicio de desinstalación o de éxodo, de salir de las seguridades que implica quedarnos en la epidermis de las problemáticas, ofreciendo respuestas simplistas a realidades complejas, para iniciar un camino de búsqueda, no carente de dificultad, para bordear el corazón de dicha problemática” (Martos y Domingo, 2011: 346)
Las historias de vida son una puerta abiertaun umbral de sentido y comprensión que nos conduce hacia la mejora educativa, pues, y estoy totalmente convencido de ello, que sin una comprensión de la compleja realidad educativa nunca  existirá ni mejora, ni calidad ni la tan pregonada excelencia. Sin la comprensión, la calidad y la excelencia se convierte en una alfombra que oculta nuevas dinámicas de desigualdad y exclusiónque privará a muchos alumnos y alumnas de las competencias básicas de ciudadaníanecesarias para no transitar por otras dinámicas de desigualdad y exclusión a lo largo de su vida.

La elocuencia de las voces silenciadas

Estado de confusión. Foto: Jorge Fco. Arana
Estado de confusión. Foto: Jorge Fco. Arana
Las personas que experimentan las dinámicas de desigualdad, con frecuencia,  son silenciadas. En el ámbito educativo también ocurre igual. Las historias de vida son un ejercicio de “dar la voz”, de no privar a las personas de una de las dimensiones constituyentes del ser humano:la palabraEl silencio es el pórtico del juicio y del estigma en la medida en queculpabiliza, de antemano, sin conocer la complejidad de circunstancias que rodean la vida, y descarta la experiencia del individuo con el argumento de que su historia es una historia de fracaso, que no nos puede aportar nada. Tras el juicio  viene la privación de recursos, de medios, en definitiva, deposibilidades de cambio. Al final, y la misma experiencia lo dice: quien no tiene voz, quien es silenciado, no tiene posibilidades. Recuerdo, en este sentido, una de las entrevistas que realicé para el proyecto Voces de Aprendizaje en el que una profesora de un Aula de Apoyoafirmaba “en el momento en que una persona no se siente juzgada, está abierta a lo que puedas decirle, y a lo que ella te pueda aportar a ti“.
¿Por qué nos da miedo la escucha de las voces silenciadas? ¿Por qué los discursos hegemónicos temen estas voces? Foucault nos recordó hace unos años que no se puede separar el conocimiento y el poder porque las mismas estructuras que mantienen uno mantienen al otro. Así ciertos discursos educativos reclaman el silencio de muchas voces, especialmente aquellas que proceden de quienes se consideran los malos alumnos, de aquellos a quien hemos certificado su fracaso, aquellos que consideramos un obstáculo para la calidad y la excelencia. Pero también nos da miedo realizar ese ejercicio de escucha porque estas voces, y en el fondo lo sabemos, son un examen a nuestras prácticas, a laspolíticas educativas, a las dinámicas que se generan en el seno del sistema educativo, pues evidencian que aun nos falta un largo camino por recorrer para asegurar el derecho de aprender para todos.
Las historias de vida, el “dar la voz”, es un ejercicio de equidad, de devolver el derecho de todas las personas a la palabra, a compartir su experiencia, a la participación efectiva.

“Sin suerte, pero guerrero hasta la muerte”. Un ejemplo de historia de vida

Hace unos días pude leer un ejemplo de historia de vida que  ilustra perféctamente este desarrollo. Ignacio Calderón Almendros (@icalmendros), profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Málaga, nos ofrece en un magnífico artículo -”Sin suerte pero guerrero hasta la muerte: pobreza y fracaso escolar en una historia de vida“- publicado recientemente, el relato de vida de un alumno recluido en un reformatorio. Este chico narra, desde su experiencia, el camino transcurrido en su corta existencia en el que desigualdad y educación se dan la mano. El relato de vida de este alumno, al igual que las de muchos otros, nos recuerda que la desigualdad tiene rostro, que comparte nuestra historiaaunque esté silenciada o no nos resulte cómoda su voz. Son vidas rotas, para muchos fracasadas, pero vidas que nos interpelan y ponen en tela de juicio muchas de nuestras seguridades sociales y educativas. Estas vidas nos recuerdan que la calidad y la excelencia no se puede alcanzar a costa de mirar hacia otro lado e ignorar los otros rostros y las periferias del sistema. Estas vidas nos recuerdan que siempre es más fácil juzgar que comprender, silenciar que escuchar.
José Manuel Martos Ortega

Bibliografía

BARTON, L. y OLIVER, M. (1997). Disability Studies: Past, Present and Future. Leeds: Disability Press.
BERTAUX, D. (2005). Los relatos de vida. Perspectiva etnosociológica. Barcelona: Edicions Bellaterra.
BOLIVAR, A., DOMINGO, J. y FERNÁNDEZ, M. (2001). La investigación biográfico-narrativa en educación. Enfoque y metodología. Madrid: La Muralla.

Créditos de las fotos

lunes, 10 de marzo de 2014

LA ESCUELA TÉCNICA DE ARTIGAS


Por: Anna Karina Romero

Actividad n° 1:
Analizando una institución educativa


Institución seleccionada: Escuela Técnica de Artigas, Uruguay (Consejo de Educación Técnico Profesional- UTU)

PRINCIPALES VALORES QUE POSEE:
*    Una población estudiantil caracterizada por la diversidad.
*    Una política educativa basada en la inclusión en todos los sentidos  y en el respeto por la diversidad.
*    Un colectivo docente que abarca muchas generaciones y tipos de conocimientos: docentes que hace muchos años trabajan en la institución, docentes recién egresados, docentes con formación académica certificada, docentes cuyo valor agregado consiste en la gran experiencia y el desarrollo de una actividad u oficio que pueden enseñar a otros.
*    Una gestión institucional democrática y participativa.
*    Actores pedagógicos propios de este sistema y no de otros, como los EDUCADORES FPB.
*    Una amplia gama de propuestas educativas diferentes y abarcadoras de las diferencias.

https://www.youtube.com/watch?v=W_1_Hz70Hwc


PROBLEMAS Y RETOS QUE ENFRENTA
*    Gestionar efectivamente una educación inclusiva, más allá de las normas jurídicas que la respaldan.
*    Adaptarse a los cambios sociales, culturales y tecnológicos, sobre todo desde el aula.
*    Atender la diversidad social sin que se torne asistencialismo.
*    Procurar que los estudiantes tengan un proyecto de vida y lo puedan desarrollar, sin que en esto se disminuya la calidad de la educación.

PERFIL DE LA COMUNIDAD
*    ALUMN@S: provienen de situaciones socio-económicas caracterizadas por la vulnerabilidad, en su mayoría.
*    DOCENTES: tienen diversos perfiles académicos.
*    DIRECCIÓN: no está alejada del equipo docente ni demás funcionarios y alumn@s. Es visible y genera confianza.
*    PADRES: se aproximan a la institución como referente para la solución de problemas que muchas veces desbordan nuestra función específica, pero el interés por ayudarlos es parte de nuestro compromiso humano-docente.

ÚLTIMOS CAMBIOS O INNOVACIONES TECNOLÓGICAS


*    Plan Ceibal: una computadora para cada alumn@, en todos los planes de estudio.
*    Utilización de plataformas virtuales en algunos cursos que son semi-presenciales, como por ejemplo PLAN RUMBO.


¿POR QUÉ CREO QUE LOS HA REALIZADO?
Porque forman parte de cambios promovidos a través de políticas de gobierno nacional, pero que se realizan en base a los diagnósticos e informes que proporcionan las instituciones, desde la realidad, como en este caso la analizada.

RESULTADOS OBTENIDOS
Disminución de la brecha digital, pero aún queda mucho por hacer.
Los docentes no estamos preparados para la implementación de esas nuevas tecnologías, y, los que lo hacemos, es por parte de nuestro propio interés, y somos muy pocos.